martes, 19 de noviembre de 2013

¡¡ Atención: actualización de noviembre 2018!



Acabo de recuperar mi casa, en la que vivía también mi hija, previo pago del 50% del valor de la misma a la madre de la niña y co-propietaria. Por su parte y, teniendo en cuenta que ella ha tenido la misma oportunidad de optar a comprarme mi mitad y que se da el caso de que yo siempre puse mucho más dinero, tanto previo a su adquisición como después en su mantenimiento y reformas; quizá debería haberse dado por satisfecha.
Pero no, no ha sido así: tras más de siete años viviendo “gratis” en ella, mientras a mí se me obligaba, no sólo a pagar pensiones (oponiéndose siempre a una “justa” custodia compartida), sino a hacerme cargo de todos los gastos posibles: alquileres de pisos, gasolina, “re-compra” de ropa de mi hija que “nunca volvía”, etc, etc: TAMPOCO HA TENIDO BASTANTE CUANDO HA ABANDONADO LA CASA CON SU DINERO EN EL BOLSILLO.
A saber:
1. La casa la he encontrado en un estado lamentable de “suciedad y abandono”: la cocina con una “capa de grasa” increíble, el fregadero con platos sucios y restos de comida pudriéndose, la planta baja intocable, llena de telarañas y polvo y con montañas de “runa variada” de su “actividad de artes plásticas”, ni una sola luz exterior de la casa en funcionamiento, aire acondicionado/calor estropeado, interruptores y enchufes rotos y con los cables al aire, el congelador con moho….(Mi hija ha estado viviendo también con todo eso hasta hace un mes)
2. He constatado que ha tenido a mi hija: MÁS DE DOS AÑOS SIN AGUA CALIENTE EN LA CASA. No ha arreglado el calentador averiado en todo este tiempo, a pesar de que en la ubicación de la casa se puede bajar de 0 grados en invierno y de que ya le quemó por accidente los pies a la niña, cuando la bañaba “hirviendo agua en la cocina”(como en la post-guerra). Eso sí: hace un año la madre de mi hija SÍ QUE TUVO PARA COMPRARSE UN COCHE NUEVO.
3. Acordamos, abogados mediante, que “sólo se llevaría ciertas cosas” de lo que era “patrimonio común”… pues bien: HA EXPOLIADO LA CASA ENTERA Y SE HA APROPIADO DE TODO LO QUE TUVIERA UN MÍNIMO DE VALOR: muebles, lámparas, TODOS los electrodomésticos, la cama completa de la niña, máquinas de jardín y bricolaje necesarias y de coste elevado…
4. A los dos días de firmar la “compra-venta”: DIO DE BAJA LA LUZ, sin tiempo a cambiarla de titular. Con lo que, unido a lo anterior: DEJÓ LA CASA COMPLETAMENTE INHABITABLE Y, EVIDENTEMENTE, NO SÓLO PARA MÍ SINO TAMBIÉN PARA LA NIÑA.
5. Ha abandonado en la casa al gato de mi hija, que se comprometió a cuidar y que ya provenía de “un rescate” por una protectora de animales. Yo paso a ponerle comida y a echarle un ojo cuando puedo pero, si le ocurriera algo cuando no hay nadie, para mi hija sería un golpe muy duro.
Eso sí, hay algo que “ni a mi hija ni a mí nos van a arrebatar”: LA DIGNIDAD.
¡¡¡Esa casa VOLVERÁ A SER MÁS DE LO QUE HAYA SIDO NUNCA, que nadie lo dude…!!

Imágenes del estado en el que ha dejado la casa y en las condiciones que vivía con ella mi hija (cocina, lavabo, suelos, etc):

Restos de comida pudriéndose

Congelador enmohecido

Expolio general de muebles y electrodomésticos.

Estado de las ventanas


Lavabo

Estado del suelo (mi hija tiene una fuerte alergia a los ácaros del polvo)

Estado del WC


Cocina

Estado del lavavajillas


MI HISTORIA:



Mi nombre es Miguel y soy padre de una niña preciosa de 10 años. Desde que nació y, en consonancia con mi forma de entender la vida, la he cuidado y me he ocupado de ella sin escatimar tiempo ni medios en todo lo que pudiera necesitar.
A pesar de tener la “suerte” o la “desgracia” (según se mire) de contar con un trabajo estable, he compartido siempre con su madre y en un 50% todos los esfuerzos y dificultades de su crianza, así como también la alegría de verla crecer sana y curiosa por descubrir el mundo.
Incluso la circunstancia de sufrir un accidente en una mano, que me tuvo de baja el primer año de vida de la pequeña, me permitió estar con ella las 24 horas y acunarla en brazos cuando no se dormía, prepararle las comidas, bañarla y cambiarle los pañales. Las tareas domésticas, como familia “igualitaria” que éramos, también eran compartidas a partes iguales. Yo nunca he “ayudado” en casa, sino que siempre he “hecho” mi parte del trabajo, como tiene que ser…
En 2011  su madre y yo decidimos separarnos. Lo que podría haber sido una “división amistosa” de las obligaciones/derechos con nuestra hija  y del “patrimonio común”, pronto derivó en un infierno en el que entraron en juego policías, jueces y fiscales.
Mientras acudíamos a una “mediación” de la Generalitat, en teoría para que el proceso fuera lo menos doloroso para todos, mi expareja, en secreto y apoyada por una vecina que poco tiempo atrás ya había “expoliado” al padre de su hijo, solicitó una abogada y abrió una vía judicial paralela, con la intención de “dinamitar” cualquier posibilidad de acuerdo y reclamar así “custodia y patrimonio” exclusivamente para ella.
A partir de ese instante e instándome diáriamente a “que me fuera de casa”, mi expareja decidió convertir mi vida en “un infierno”.
Mientras el proceso de separación comenzaba su curso por el tribunal correspondiente, la madre de mi hija y yo nos dividimos de manera explícita el tiempo de atención a la niña. Yo trabajaba por las mañanas de 7:30 a 15h y ella la cuidaba (no iba a ninguna guardería). Por la tarde hacíamos el relevo y ella…bueno, ella se iba a hacer “lo que quisiera”. Ni lo sabía ni me importaba, pero confiaba ilusamente en que estuviera dedicándose a “trabajar” en su profesión habitual.
Y es que se da el caso de que, aunque siempre ha trabajado “en negro”, la madre de mi hija es “Técnico Superior Titulada” en una disciplina artística, que la ha llevado a vender sus obras por las mejores ferias de Catalunya, a exponer en diversas salas, e incluso a mostrar su trabajo junto a otros artistas, en el mismísimo “Forum de las Culturas de Barcelona. Una “aficionada” vaya, como ha querido simular ella para reclamar pensiones y ayudas, que cuenta desde hace años con un taller propio en su casa y otro en una “asociación artística” conocida, en el que guarda incluso la  cara maquinaria que adquirió para su actividad profesional, con los ingresos familiares de entonces. En casa, por cierto, el dinero siempre había sido “común”: los gastos importantes se acordaban por consenso y para lo cotidiano, cada miembro de la pareja actuaba a su criterio, con su tarjeta, y con confianza plena en su “responsabilidad”.

Acoso y derribo.

Habiendo decidido que quería mantener a toda costa su “Status” y su nivel de vida, aunque fuera privándome de mis derechos, la madre de mi hija inició una agresiva campaña de “acoso y derribo” contra mi persona, que se concretó en hechos como los siguientes:

-         Comenzó a apropiarse de mis objetos personales y de otros comunes y a esconderlos por casa, o por la de sus padres.

      FOTO: MOCHILA DE MI EQUIPO FOTOGRÁFICO, QUE MI EX "RELLENÓ" CON PIEDRAS TRAS APROPIÁRSELO Y NO DEVOLVÉRMELO EN MÁS DE UN AÑO.

-         A pesar de que habíamos repartido los ahorros y disponía de casi 4000 euros, más su trabajo “en negro”, llegó a vaciarme la cartera mientras dormía con mi hija al lado, intentó quedarse toda la nómina cuando la ingresaron en el banco, me dejaba siempre el coche a cero de gasolina para que lo rellenara yo, el único que llenaba la nevera era yo y ella sólo lo consumía a su antojo, y sin tener en cuenta que quizá era la cena para mi hija y para mí mismo…
-         Cuando le reprochaba lo que estaba haciendo y le reclamaba que devolviera las cosas, llamaba a la policía (que se iba tal y como había venido) y no habían doblado la esquina que ya me estaba amenazando e insultando.
FOTO SUPERIOR: reconozco que me dio "miedo" cuando, moviendo unos trastos, encontré por casualidad esta caja escondida en la galería de las herramientas. Mi expareja había escondido allí una "selección inquietante" de objetos: una óptica fotográfica mía, palos de la tienda de camping (con lo que me impedía usarla), una bolsa con FOTOS DE MI INFANCIA, Cd´s y un pote de tomate (?), entre otras cosas...

-         Las tareas de casa, que antes compartíamos, pasé a realizarlas casi exclusivamente yo, si no quería que la porquería “se nos comiera”.
-         Más de un día hube de llegar tarde al trabajo porque ella no se quería hacer cargo de nuestra hija si no se la acercaba a casa de sus padres, a 50 km de la nuestra.
-         Presenté por ello y por otros tantos despropósitos, DOS DENUNCIAS ante los juzgados de Igualada, exponiendo los hechos y “suplicando que intervinieran lo antes posible porque la agresividad de mi expareja iba en aumento y mi hija ya sufría cómo me descalificaba delante de ella. También les alerté de que “ME TEMÍA UNA DENUNCIA FALSA”, porque ella ya me había advertido de que “lo iba a perder todo”, es decir: que pensaba quedárselo todo sin importarle los medios para conseguirlo. El Juzgado de Igualada no me hizo “ni puñetero caso”. Si la misma denuncia la hubiera presentado una mujer, su pareja habría acabado inmediatamente en el calabozo. A mi me dijeron que “NO PROCEDÍA ACTUACIÓN PORQUE YA HABÍA UN PROCESO DE SEPARACIÓN EN CURSO”. Increible, ¿verdad?.


Salvajismo.

A principios del mes de septiembre de 2011 y persistiendo esta situación, mi expareja y yo discutimos una tarde porque teníamos reunión de padres en el colegio donde comenzaría nuestra hija y, como después de trabajar por la mañana era mi turno de estar con la niña, me vino a decir que “me buscara la vida para ir yo también a la cita”, “que no era problema suyo y que ella sí que iría”. Como soy tan padre de mi hija como ella madre, no estuve de acuerdo con que se me negara mi derecho y obligación de acudir y comenzamos a discutir.
En un nuevo arrebato de violencia, mi expareja me propinó TRES MORDISCOS SALVAJES, de los que no me pude ni defender. Después de sufrir meses de acoso, maltrato y expolio, sabía perfectamente que lo que ella pretendía era “provocar” con sus ataques que yo perdiera los nervios y así presentarse ante el mundo como una “víctima” a la que había que proteger de un “criminal”.
Y puedo asegurar que el dolor interior por ser maltratado así, sin posibilidad de autodefensa y sin que las autoridades te hagan el mínimo caso, sólo por el hecho de no ser mujer, es incluso superior a los “pinchazos” de las mordeduras.
Lo peor del caso es que tuve que ir a curarme al hospital con mi hija y aparentando normalidad para que no se enterara de lo que me había ocurrido.
FOTO SUPERIOR "MORDISCO EN EL BÍCEPS", FOTO INFERIOR: "MORDISCO EN LA ESPALDA"
.

Impunidad.

Después de haber sido atendido de los mordiscos, acudí de nuevo (sin la niña, claro) a la Comisaría a presentar una denuncia por agresión. Poco sabía yo que, por si no había recibido bastante, aquí comenzaba la peor parte de este infierno para mí, mi hija y mi familia.
Como el Juzgado apreció delito en la actuación de mi expareja, la citó a declarar como imputada al cabo de cinco o seis días. Posteriormente el fiscal solicitaría para ella “un año de prisión” y una multa compensatoria.
Lo surrealista de los acontecimientos, el “summun” de la injusticia más dolorosa fue que, al ser citada como imputada y SÓLO EN ESE PRECISO MOMENTO, mi expareja “inventó” que yo la había maltratado psicológicamente, que la separación era “culpa mía” y que, si bien “reconocía haberme mordido” era porque “la ansiedad que le había obligado a hacerlo también se la había producido yo”.
Este escabroso falso testimonio, fue apoyado por la anteriormente citada “vecina para todo”, que se presentó en la comisaría como testigo y falseó tantos “presuntos detalles”, como si hubiera estado viviendo con nosotros las 24 horas del día.
Me presentaron una DENUNCIA FALSA después de agredirme, después de maltratarme durante meses; sin pruebas, ni informes médicos periciales, con denuncias previas en sentido contrario…
Y el Sr. Juez, ante estas denuncias cruzadas, ante las evidencias, ante el reconocimiento de culpa de mi ex, y para que “se notara que era el titular del Juzgado de Violencia contra la Mujer”, me mandó al forense para que certificara “lo humano” de las mordeduras, e inmediatamente dictó UNA ORDEN DE ALEJAMIENTO.
¿Contra mi agresora? ¡No, por favor! ¿En qué mundo vivís?
LA ORDEN DE ALEJAMIENTO LA DICTÓ CONTRA MÍ.
El Juez argumentó que mi ex: "no tuvo otra opción que morderme"...¿ALGUIEN SE LO IMAGINA AL REVÉS: QUE UN HOMBRE PRÉVIAMENTE DENUNCIADO POR ACOSO MORDIERA EN LAS MISMAS CIRCUNSTANCIAS A SU EXPAREJA? 

Ello me supuso:
-         No poder volver a mi casa de la mañana a la noche.
-         No poder ver a mi hija en casi 15 días.
-         Sufrir durante 10 MESES esta injusticia sin nombre.
-    Tener sólo "ganas de morirme"...
-         Un “régimen de visitas” estricto y con “entregas” de la niña por parte de terceros (mi madre) y en el pueblo, a 5 km de la urbanización donde vivía. Mi madre y abuela de la niña tuvo que vivir cómo mi hija, que no quería volver nunca con su madre, se le intentaba escapar gritando “¡Papa, papa!, en invierno y muchos días con sólo 1 o dos grados en la calle.
-         Que mi ex se quedara con todo el “contenido” de la casa: con los bienes comunes, con los míos propios, y con unos objetos propiedad de mi madre y valorados en 2000 euros, que yo le guardaba en el garaje después de una mudanza. Mi expareja y, en los meses posteriores, TIRÓ A LA BASURA Y REGALÓ ENTRE LAS VECINAS DEL BARRIO TODOS LOS OBJETOS PERSONALES DE MI MADRE. Y lo peor es que mi hija TAMBIÉN LO SABE Y SIN QUE NADIE SE LO EXPLICARA. Y se lo han hecho a su abuela…

FOTO: OBJETOS PERSONALES DE MI MADRE Y ABUELA DE LA NIÑA, TIRADOS EN LA CALLE COMO "BASURA".



La Sentencia.



Por fin, después de muchos meses de sufrimiento y de cumplir escrupulósamente las injustas “Medidas Provisionales” que había dictado el Sr. Juez, en marzo de 2012 tuvo lugar el “Juicio por la Custodia”.

Como en Igualada no existe el concepto de “juzgado de familia” y puesto que la “orden de alejamiento” seguía en vigor, la vista se celebró de nuevo en el “Juzgado Exclusivo de violencia contra la mujer” como si yo, en vez de un padre que reclama “responsabilizarse al 50% de su hija”, no fuese más que un criminal.

El caso fue que, a falta de argumentos y quizá emulando a algunos políticos demagogos que todos conocemos, la abogada de la madre de mi hija se esforzó en convencer a la Sra. Jueza (el antiguo titular del juzgado “emigró” tras su terrible sentencia), de que “se me debía negar la custodia compartida y otorgársela por completo a la madre, ya que ella tendría mucho tiempo (¡!!) para atender a la niña.”

Así mismo, dicha abogada me acribilló después a “preguntas malintencionadas” y cuanto menos “surrealistas”. A su entender, se suponía que “yo no podría ocuparme adecuadamente de mi hija porque…” ¡ATENCIÓN!!!!:



  1. Tenía un TRABAJO ESTABLE  de 40 horas semanales.
  2. Pertenecía a una “Cooperativa de Consumo (alimentación) ecológica”.
  3. Estaba apuntado en un gimnasio.
  4. Me había inscrito en la UNED.
  5. También pertenecía a la “Asociación de Vecinos del Barrio”.




Es decir:



Para la madre pedía una “Custodia Completa” que luego ella podría administrar como le viniera en gana: estando con su hija o dejándola con los abuelos o con la vecina, dándole de comer o “colocándola”en el comedor del colegio (como hizo posteriormente y en cuanto le concedieron una Beca) etc, etc,  y además NADIE le pediría explicaciones al respecto: podría actuar con absoluta libertad.



En cambio, era “motivo suficiente” para negarme mi DERECHO  a la custodia compartida:



Tener ingresos regulares en los tiempos que corren, estar interesado en ofrecerle una alimentación lo más sana posible a mi hija, hacer un poco de ejercicio, tener todavía inquietudes culturales a mi edad e, incluso, preocuparme por el entorno en el que vivía y colaborar con los vecinos en mejorarlo.



Supongo que la Sra. Abogada que, no me sorprendería que en “otros foros” critique a los hombres que “se desentienden del cuidado de sus hijos”, no me habría atacado de esa  forma si yo, por contra:



-         Estuviera en paro y “sin prisas” por buscar trabajo, cobrando pensiones y ayudas que pagamos entre todos.

-         Construyera la dieta de mi hija a base de “pizzas, hamburguesas, canelones congelados, bollitos y dulces varios...”.

-         No me levantara en todo el día del sofá si puedo evitarlo.

-         Usara los libros para “calzar” las mesas....

Seguramente entonces habría pensado que soy un padre “digno de educar a la niña como ella se merece”. ¿O, no....?



Pues, por lo visto, yo debí de nacer en “Marte” y no recuerdo cuándo vine a parar a este planeta “tan raro”, ya que nunca he comprendido por qué las premisas extravagantes de la letrada fueron tan convincentes para la Jueza, QUE LES DIO LA RAZÓN Y NO ME RECONOCIÓ LA CUSTODIA COMPARTIDA”.

Para más inri, la magistrada se apoyó en el hecho de que “existía una causa abierta por violencia de género y que ello, amparándose en la ley vigente, era razón suficiente para no determinar esa “Custodia Compartida”.

Cuando, meses después, la DENUNCIA FALSA de mi expareja quedó archivada, NADIE ME RESTITUYÓ MI DERECHO A LA CUSTODIA COMPARTIDA, NI REVISÓ MI CASO.



No sería “justo”, no obstante, olvidar la “magnanimidad” de la madre de mi hija y de su abogada. Si bien reclamaron custodias, bienes y pensiones, no es menos cierto que “ me ofrecieron” un “amplio régimen de visitas” que fue aprobado/impuesto por la Jueza sin objeciones:



-         Un fin de semana de cada dos, con recogida el viernes al salir del colegio y reintegro en el mismo colegio el lunes por la mañana.

-         Un día con pernocta entre semana, igualmente con recogida y entrega en el colegio.

-         Otra tarde más entre semana pero con entrega en la casa de la madre.

-         Vacaciones y festivos a partes iguales.



¿ ALGUIEN NO HA DETECTADO QUE ESTO ES SIMPLEMENTE Y EN LA PRÁCTICA UNA “CUSTODIA COMPARTIDA”?



Una vez conseguidas las “aspiraciones económicas” a través de nuestra hija, lo que necesitaba mi expareja era tiempo libre, como no se “cortaba” en reconocer y difundir públicamente en las redes sociales, junto a fotos de “FIESTAS Y BARBACOAS” en su(mi) casa, subvencionadas con las mencionadas ayudas y mientras yo “FUI EXPULSADO DE ALLÍ CON UNA ORDEN DE ALEJAMIENTO Y CON LO PUESTO”. Mientras, ella opinaba que:



“Yo antes era ama d su casa, esposa debota, sabía coser y planchar....y ahora sólo se patinaaaaarrrrrrr!!!!! “ (el caso es que encima nunca fue nada de todo eso)



U organizaba “públicamente” (y por supuesto para que "alguien" me informara de ello), su “apretada agenda” de “patinaje, cenas, monólogos, excursiones...”

Lokos, este martes podríamos hacer una patinada por (xxx). Venga que rueden esas ruedas !!!! Rutita caña tapa por ejemplo....

“Este finde no podremos ir a patinar por lo de la salida del sábado asi k TODOS A LIARLA EL JUEVESSSSS “

Un dia d estos saldré del armario como tu dices Jose y no m va a reconocer ni mi madre y vosotros tendréis LA CULPA. No vengo el sábado ooooh lo k m voy a perderrr. A k hora el jueves? Cómo s llega? “
FOTO SUPERIOR: una de las FIESTAS que se celebraban habitualmente en mi casa, mientras yo padecía una "orden de alejamiento" por una denuncia falsa. En primer término y haciendo gala de un "premeditado descaro", la vecina que aconsejó a mi expareja que utilizara la vía penal para conseguir lo máximo y que posteriormente y, en varias ocasiones, prestó FALSO TESTIMONIO en diversas denuncias que quedaron archivadas.
     FOTO INFERIOR: otra muestra de euforia, intencionadamente "colgada" en las Redes Sociales y con acceso PÚBLICO, de dichas fiestas. Teniendo en cuenta que la co-propietaria de la casa percibía una ayuda económica del Estado, "lotes" del Banco de Alimentos del municipio, más la pensión que satisfacía yo por mi hija y la que me obligaron a entregarle a ella, CREO QUE, DE ALGUNA MANERA, ESTAS CELEBRACIONES MULTITUDINARIAS LAS PAGÁBAMOS ENTRE TODOS/AS (los contribuyentes, se entiende). Esta es la "forma de vida" y el "Status Quo", que algunas personas pretenden conservar sin importarles "los medios" para conseguirlo. Al final y, desgraciadamente, quien más padece esta sinrazón son los niños...

Todos los comentarios e imágenes anteriores, puesto que se exhibían en la Red de una manera "PÚBLICA, ABIERTA Y SIN RESTRICCIONES DE PRIVACIDAD" fueron también aportados por mi abogada al Sumario Judicial, obviamente sin repercusión alguna.

El resultado final de “tan justa sentencia” fue, en conclusión, el siguiente:

-         Custodia Completa para la madre, pero con “régimen de visitas” equiparable a una “custodia compartida”.
-         Adjudicación del domicilio familiar (130m de casa + 900 de parcela) con todo su contenido a  mi expareja, en concepto de “progenitor custodio”.
-         Obligación de pago de pensión de 280 euros para la niña y 150 euros mensuales para mi expareja (que escondió la magnitud de su trabajo “en negro”.)
-         Gastos de recogida y entrega de mi hija también a mi costa.

Y, gracias a “tan justa sentencia”, en ese preciso momento nuestras respectivas economias quedaron de la siguiente manera:

  1.  lLa casa no tenía hipoteca, así que sólo se precisaba pagar los suministros mensuales.
  2. La madre de mi hija recibía: 420 euros de “ayuda social”+ 280 pensión de la niña + 150 euros de pensión para ella (quería 300!) + ayuda del “Banco de Alimentos de Cáritas del municipio” + Beca escolar de comedor de 5 de cada 6 euros. TOTAL: 850 euros + extras
  3. Como yo “soy rico” por tener “un buen trabajo”, mi balance fue: 1900 euros de nómina – 350 euros de préstamo para pagar los 8000 euros de abogado que debo – 280 euros de pensión de la niña – 150 euros de pensió de mi ex – 300 euros mensuales de gasolina entre Barcelona y mi ex casa (50km) para cumplir “las visitas” -450 euros de alquiler – 100 euros de suministros (agua, luz, teléfono, gas) – 270 euros por la compra de un utilitario a plazos porque el que me “adjudicó” mi ex me dejó tirado de noche en la carretera y con mi hija.
TOTAL: 0 euros.

TOTAL “0” EUROS PARA MANTENER A MI HIJA CASI EL 50% DE SU TIEMPO Y COMER YO TAMBIÉN.
PARECE UNA BROMA, PERO NO LO ES...





La “nueva Sentencia”. La Audiencia de Barcelona “dixit”...



Más de DOS AÑOS de lucha,  penurias y sufrimiento.



Más de UN AÑO de espera de mi recurso por la “Custodia Compartida”, ante la “Audiencia de Barcelona”.




MEDIO AÑO MÁS previo hasta que lo admitieron a trámite.

MUCHÍSIMO DINERO GASTADO en abogados y procuradores.



Y, por fin, este mes de noviembre llegó la “tan ansiada respuesta”:



LA AUDIENCIA DE BARCELONA DA POR VÁLIDA LA SENTENCIA ANTERIOR Y ME NIEGA LA CUSTODIA COMPARTIDA.



TAMPOCO ATIENDE MI SOLICITUD DE MODIFICACIÓN DE LAS CONDICIONES ECONÓMICAS, AUNQUE LAS CANTIDADES QUE ESTOY “OBLIGADO” A ABONAR ME HUNDEN CADA MES EN UNA “DEUDA CRECIENTE Y SIN SOLUCIÓN”.



SIN ARGUMENTACIÓN LEGAL SUFICIENTE, SIN REFERENCIAS A LOS PRECEPTOS LEGALES QUE PUDIERAN IMPEDIRME EL EJERCICIO DE LA CUSTODIA COMPARTIDA, LA AUDIENCIA DE BARCELONA PASA POR ENCIMA DE LOS DERECHOS QUE ME AMPARAN EN LA “LEY CATALANA DE CUSTODIA COMPARTIDA (Ley 25/2010, de 29 de julio)”, QUE DETERMINA ESTA COMO “PRIORITARIA”, EN CASO DE SEPARACIÓN.



Los escuetas premisas con las que da respuesta a mi año y medio de espera son:



a)      Que no les convence mi propuesta de custodia compartida”.

Roza “la obscenidad” que, tras más de dos años ejerciendo la “custodia compartida real” de mi hija, aunque sin reconocimiento “legal”, un tribunal persista en despojarme de mis derechos y de los de mi hija amparándose en semejante enunciado.



YO NO HE DE “CONVENCER” A NADIE. TENGO EL DERECHO A LA CUSTODIA COMPARTIDA DE MI HIJA Y ENCIMA LA HE VENIDO EJERCIENDO EN LA PRÁCTICA DESDE QUE NACIÓ. SI ME LA NIEGAN, TAMBIÉN ES MI DERECHO CIUDADANO QUE “ME INFORMEN” DE LOS ARTÍCULOS LEGALES CONCRETOS QUE LES LEGITIMA PARA HACERLO.



b)      Lo hacen por el interés superior del menor



¿QUÉ INTERÉS? ¿HAN PREGUNTADO A MI HIJA CÓMO LE GUSTARÍA QUE SE REPARTIERA EL TIEMPO ENTRE SUS PADRES? ¿TAMPOCO VAN A ARGUMENTAR LEGALMENTE Y AL DETALLE ESTA  “PEREGRINA” AFIRMACIÓN?



     c) "La madre de la menor cuenta con mucho tiempo para atenderla porque tiene dificultades para encontrar trabajo, ya que alega que padece fibromialgia. Su enfermedad, no obstante, no es impedimento alguno para ejercer la custodia total"



ME PARECE "ESTUPENDO" QUE DISPONGA DE "MUCHO TIEMPO" PARA CUIDAR A NUESTRA HIJA, PERO ESE NO ES EL TEMA. EL HECHO A TENER EN CUENTA ES QUE YO TENGO "TIEMPO SUFICIENTE" PARA CUIDAR A MI HIJA Y ADEMÁS LO HE DEMOSTRADO SOBRADAMENTE.

Eso sí: si dejo mi trabajo "estable" tendré aún más tiempo... ¿será que me están sugiriendo que lo haga?

Lo que voy a explicar a continuación también cuesta de creer pero, os aseguro que lo podréis comprobar vosotros/as mismos cuando adjunte la sentencia al Blog, los “tintes surrealistas” del redactado que niega mis derechos, llegan al extremo de que afirma la Audiencia que: “no se acepta mi pretensión de pernocta para mi hija de los jueves puesto que, si me la concedieran, estaría ejerciendo de hecho una custodia compartida ya que sumándolo al tiempo en el que ya tengo habitualmente a la niña el resultado sería del 50%.”



PERO...¡VAMOS A VER! ¿NOS HEMOS VUELTO TODOS LOCOS?



¿PUES NO ES PRECISAMENTE UNA “CUSTODIA COMPARTIDA” LO QUE VENGO EJERCIENDO Y LO QUE SOLICITO QUE ME RECONOZCAN LEGALMENTE?



¿DESCONOCE TAMBIÉN ESTE TRIBUNAL QUE, SEGÚN LOS PARÁMETROS QUE FIJA LA MISMA LEY, UNA “PERNOCTA” CÓMO ÚNICA DIFERENCIA ENTRE PADRE Y MADRE, SE SIGUE CONSIDERANDO “CUSTODIA COMPARTIDA”?.



¿A QUÉ ESTAMOS JUGANDO?

Y, UNA ÚLTIMA PREGUNTA RETÓRICA:

SI EL TRIBUNAL SUPREMO, O EL CONSTITUCIONAL, O EL DE DERECHOS HUMANOS, A LOS QUE VOY A RECURRIR A CONTINUACIÓN Y EN ESTE ORDEN, RECONOCIERAN FINALMENTE MI DERECHO Y EL DE MI HIJA:

¿ME PIENSA “COMPENSAR” LA AUDIENCIA DE BARCELONA POR EL DESGASTE PSICOLÓGICO-EMOCIONAL Y LA RUINA ECONÓMICA, QUE TANTO YO COMO MIS SERES QUERIDOS MÁS PRÓXIMOS VAMOS A SEGUIR SUFRIENDO?


Más despropósitos...



Hoy me vais a permitir que sea “un poco irónico”. Porque cuando una persona utiliza de manera espuria y para su lucro personal, la sensibilidad pública que existe hacia una dura enfermedad que padecen realmente otras personas y “el sistema” SE LO PERMITE E INCLUSO UTILIZA PARA NEGAR LOS DERECHOS DEL PRÓJIMO, resulta tan “absurdo” que ya no sabes si llorar o echarte a reír…

Dado que no voy a  permitir que “esa persona” socave mi ánimo y buen humor, más allá de lo que ya lo ha hecho: prefiero optar por la alegría. Es por ello que tengo el gusto de presentaros:


¡ El misterioso caso de la fibromialgia “oportuna” ¡


¿ Habéis jugado alguna vez al “Cluedo”? ¡ Pues, atentos que empezamos con “las pistas”?

  1. En el año 2011 y, en aras de quedarse con la “custodia completa” y conseguir las máximas pensiones, subsidios de la administración, becas y ayudas varias, la madre de mi hija alega en la separación “que padece una fibromialgia que le restringe enormemente la posibilidad de realizar muchos tipos de trabajos, por lo que además le cuesta encontrar empleo”.
Aquí ya se dan “dos circunstancias curiosas”:

a)    Que OMITE que lleva años TRABAJANDO EN NEGRO COMO ARTISTA y, entre otras tareas: MOVIENDO BLOQUES DE MATERIAL DE 13 KG, AMASANDO A MANO, ETC…

b)   Que resulta sorprendente que: una presunta “dificultad de salud que EN MI CASO LES SERVIRÍA PARA ARGUMENTAR QUE NO ESTOY CAPACITADO PARA CUIDAR ADECUADAMENTE DE MI HIJA (sin empleo, enfermo…), para ella, en cambio FUE UNA “VENTAJA”.


  1. En noviembre de 2013, la Audiencia de Barcelona desestima mi recurso por la “custodia compartida”, que ya me habían negado en 2011 y se refiere a la “situación personal” de la madre, en estos términos:
SENTENCIA AUDIENCIA DE BARCELONA NOVIEMBRE 2013.

[…] (la madre) se encuentra en situación de paro (docs. 3 y 4 de
la demanda, relativos a la demanda de ocupación
y al Certificado del SOC, según el cual no
figura como beneficiaria de prestación por
subsidio por desempleo. Por otra parte, la
madre tiene diagnostica enfermedad de
fibromialgia, lo cual le limita las
posibilidades de encontrar trabajo, según los
informes médicos aportados (documentos 14 y 15
de la demanda), sin embargo tiene posibilidades
de cuidar de la hija. Es más se considera que
la madre dispone de más tiempo para cuidar de
ella […]

Es decir: DOS AÑOS después de la separación, mi ex seguía alegando “que sufría fibromialgia impeditiva”. Que, digo yo: ¿qué tendrá que ver que ella tenga “mucho tiempo para cuidar a la niña” si yo “también lo tengo de sobra para cumplir una custodia compartida? Pues mejor para ella, ¿no?.


También no deja de ser remarcable, que la enfermedad “le limita” para encontrar trabajo, pero no supone “ninguna dificultad” para la CUSTODIA COMPLETA de una niña “super-movida” de 5 años.

  1. En enero de 2017 y, entre otras muchas pruebas, mi abogada presenta ante el Juzgado la siguiente fotografía en el PROCESO DE DEMANDA DE CAMBIO DE MEDIDAS SOBRE LA CUSTODIA, en el que actualmente me hallo inmerso y reclamando de nuevo la CUSTODIA COMPARTIDA DE MI HIJA:



En la imagen se distingue a la madre de mi hija realizando una de sus actividades favoritas, LA ESCALADA, pero que lleva alternando DESDE 2011 con otras que también requieren un ESFUERZO FÍSICO INTENSO y conllevan RIESGO FÍSICO DE LESIÓN POR GOLPES Y CAÍDAS, como el “patinaje”.

Mi abogada, no tuvo demasiadas dificultades en obtener esta y otras imágenes porque, a la postre, mi ex no sólo realiza estas actividades desde la separación en 2011, sino QUE SE JACTA DE ELLO EN LAS REDES SOCIALES Y PUBLICA IMÁGENES EN ABIERTO.

¿ALGUIEN HA LLEGADO YA A LA CONCLUSIÓN DE QUE TODO ELLO PARECE BASTANTE “INCOMPATIBLE” CON UNA FIBROMIALGIA “IMPEDITIVA” A LA HORA DE ENCONTRAR TRABAJO? 

Quizá sólo lo veo yo, que debo de ser así de “mal pensado”…

  1. En la vista por el “cambio de medidas” celebrada en enero de 2017, su abogado “justifica” lo anteriormente descrito de la siguiente manera:
a)    Su clienta sufría fibromialgia pero “mejoró mucho desde que se separó en 2011”… O sea: daba a entender “que era culpa mía” pero encima NO aclaraba por qué en 2013 (y hasta hoy en día) seguía esgrimiendo “que SÍ que la padecía”.

  1. En el mismo juicio de enero de 2017, la madre de mi hija lleva su argumentación a un extremo “aún más delirante” y no tiene reparo en afirmar ante la Juez lo siguiente:
a)    “Que que tuvo esa fibromialgia pero ahora hacía AÑOS que NO VISITABA A UN MÉDICO POR ELLO”.
b)    “Que se encontraba PERFECTAMENTE y hacía vida normal y DEPORTE HABITUAL

No hay nada que objetar en que una persona “enferma de fibromialgia” haga deporte “moderado y en la medida de sus posibilidades”(Yoga, Tai-Chi, gimnasia suave, Pilates, etc…) pero:


¿ Cómo se puede reclamar a la administración un “trato preferente” (subsidios, becas, etc), alegando una “FIBROMIALGIA IMPEDITIVA Y/O RESTRINGENTE” a la hora de acceder al mercado laboral y que, después, dicha “enfermedad” VAYA Y VENGA SEGÚN CONVENGA?

¿ Cómo le “dificultaba tanto, la fibromialgia, encontrar empleo pero NO: ESCALAR, PATINAR, y realizar “salidas periódicas” con grupos afines como “Las cabras Extreme” (escalada) y “Lokos por los patines”(Tours y acrobacias sobre patines)?


¡ YA TENÉIS TODAS LAS PISTAS, AMIGOS: AHORA OS TOCA A VOSOTROS RESOLVER ESTE “MISTERIO”!


“Daños colaterales”

No descubro nada nuevo, si afirmo que el concepto de “daños colaterales” acostumbran a utilizarlo especialmente aquellas personas e instituciones, que producen con sus decisiones “daños y perjuicios graves a terceros” y que posteriormente porfían por minimizarlos, utilizando básicamente “eufemismos y demagogia”.
También es común oirlo en boca de “aquellos otros” que justifican y/o aceptan los actos dañinos. Incluso muchos/as de nosotros/as hemos incorporado estos términos al lenguaje cotidiano, inocentemente y sin una percepción consciente de lo que significan en la práctica.
Realizando un paralelismo con lo que me ha tocado vivir los últimos años y que he intentado resumir en este Blog; he decidido denominar así a esta sección puesto que, aunque parezca increible, ha habido instituciones (en teoría protectoras) y/o personas que, no sólo los han “justificado”, “minimizado” y/o “aceptado”, sino que incluso han ejercido una “actitud activa” para que los siguientes “daños colaterales” se produjeran.


Estos son mis “DAÑOS COLATERALES”.


Estos son los “DAÑOS COLATERALES” de mis seres queridos...

Daño colateral núm. 1: MI HIJA.

La PEOR PARTE de un “proceso kafkiano” como el que estoy padeciendo, siempre se la lleva el/la MÁS DÉBIL E INDEFENSO/A, en este caso: mi hija.

Mi pequeña es una niña encantadora de cinco años, imaginativa y con una gran capacidad para empatizar con las personas que sufren, y un cariño innato por los animales.
Como es lógico, para mí es ÚNICA pero reconozco que a la vez, no se diferencia demasiado de la mayoría de las niñas y niños de su edad. Ello nos conduce a una deducción que, no por obvia, resulta menos cierta:

MI HIJA TIENE VOZ Y SE EXPRESA, COMO LOS OTROS/AS NIÑOS/AS

Pero, desgraciadamente, quienes afirma “VELAR POR EL INTERÉS DEL MENOR”,

¡NO QUIEREN ESCUCHARLA!

Angustiado, preocupado y dolido por los hechos que referiré a continuación, este padre que escribe ha luchado durante más de dos años por ser también “LA VOZ” y por el RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS de mi pequeña.
Y no estamos hablando de “meras discrepancias” con las decisiones de su madre, personas de su entorno e, incluso, instituciones públicas con respecto al día a día de mi hija...el problema es mucho más grave...

“Presuntamente”, un padre como yo al que se le priva de su derecho universal a la “custodia compartida” de su hija, conserva sin embargo el “ejercicio legal” de la PATRIA POTESTAD.
Esta se concreta, por ejemplo, en que a pesar de que la niña “vive” con su madre la capacidad de toma de decisiones con respecto a temas “esenciales”, como SALUD, ALIMENTACIÓN, EDUCACIÓN, ETC, está compartida al 50% y todos los asuntos relevantes deben ser “consensuados” por ambos progenitores, para evitar que “se vea obligada a mediar y decidir la Autoridad Judicial”.

LO MALO ES QUE, EN LA PRÁCTICA, HE PODIDO COMPROBAR QUE ESTO NO ES MÁS QUE UNA FALACIA.


La “patria potestad” carece por completo de significado para los “padres de visitas”, es decir, que las madres que ejercen la “custodia exclusiva” hacen y deshacen a su antojo sobre estos aspectos fundamentales del desarrollo de los niños, mientras que la vía para reclamar el “derecho vulnerado” de los padres resulta EXTREMADAMENTE COMPLEJA, LENTA Y EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS INSATISFACTORIA. Cuando por fin un juez se aviene a darte la razón, la decisión que haya tomado la madre sobre los hijos/as ya es irreparable, sin “vuelta atrás”.

ES UNA POLÍTICA IMPUNE DE “HECHOS CONSUMADOS”.



¿QUIÉN VELA ENTONCES POR EL BIEN DEL MENOR?


¿Y POR EL DERECHO DEL PADRE A DECIDIR SOBRE SU CRECIMIENTO Y FORMACIÓN?

Estoy seguro de que, muchas de las personas que lean estas líneas, serán conocedores de múltiples y variados ejemplos de lo que intento denunciar. Pero, en aras de transmitir mi experiencia personal y la de mi hija, permitidme que os ofrezca unos poquitos más:

EJEMPLO Nº 1:

Cómo combatir a los piojos...

Tal vez uno de los momentos “más duros” de los dos últimos años fue el día que pasé a recoger a mi pequeña, un día de septiembre de 2012, y la pobre salió a recibirme con este aspecto:

Cuando yo la entregué a su madre tras mi periodo de vacaciones, mi hija lucía estos rizos:



La justificación de su madre para RAPARLE LA CABEZA CASI AL 0, FUE QUE “HABÍA COGIDO PIOJOS EN EL COLEGIO”

Posteriormente supe que, su amiga y “vecina para todo” había hecho lo mismo con su hijo días atrás y quizá le pareció “un buen ejemplo a seguir”.

Así que, en vez de aplicarle un tratamiento efectivo a la niña y de “repasarle” el cabello cuanto fuera necesario hasta eliminar el último de los piojos y liendres su madre y, por supuesto sin comentármelo ni consultarme, decidió que “SERÍA MÁS RÁPIDO Y CÓMODO ELIMINAR TODO SU CABELLO”.

¿QUÉ FÁCIL, VERDAD?

Lástima que tanto mi ex como la vecina, llevaran tiempo inculcándole a la niña que “con el cabello largo estaría más guapa”, una apreciación a mi juicio SEXISTA que me costó meses que la niña desestimara. Meses atrás me costaba convencer a mi hija para “cortarle las puntas y arreglarle el peinado” y de un día para otro LE DEMOSTRARON CON HECHOS QUE SU LARGA MELENA “NO ERA AL FIN Y AL CABO TAN VALIOSA”

Esto “descentraría” a cualquiera, niño o adulto...¿no creéis?

Las consecuencias con mi pequeña fueron las siguientes:

  1. Se convirtió en la ÚNICA NIÑA de todo el colegio con esta estética, incluso pocos niños llevaban el cabello tan corto. Ello la hizo automáticamente “DIFERENTE”. Fuera del ámbito escolar , no salía a la calle sin su “gorrita” y suerte tuvimos de que no nos preguntaran también “por lo que le ocurría”...
  2. Mi hija se pasaba horas con una toallita en la cabeza, que ella misma se ponía y que afirmaba que “ERA SU CABELLO”. Incluso la pobre se lo peinaba...
  3. Durante semanas su carácter se volvió más “NERVIOSO Y AGRESIVO”. La niña comenzó a sufrir “SÚBITOS ATAQUES DE ANSIEDAD”, cuando la gente la confundía con “un niño” en la calle y se dirigían a ella como tal. Un día, a mi madre le costó controlarla porque mi hija quería escaparse y “PATALEABA Y GRITABA EN EL SUELO” después de gritarle a una señora “QUE ELLA NO ERA NINGÚN NIÑO”.

Ni que decir tiene que, controlando mi dolor e indignación acudí la Comisaría de policía a denunciar los hechos y, si bien me reconocieron que era una “barbaridad” y que “podría ser denunciable”, me remitieron a los “Servicios Sociales del Municipio” para que actuaran ellos.
Tras concertar allí una entrevista, la respuesta de la “educadora social” que me atendió fue que:

“QUIZÁS SÍ QUE LA MADRE SE HABÍA PASADO UN POCO CORTÁNDOLE EL PELO, PERO QUE NO SE PODÍA HACER NADA AL RESPECTO”

Por último e indignado, solicité ayuda también al “Teléfono de Atención a la Infancia”, donde muy amablemente, me remitieron de nuevo a los “Servicios Sociales” y de esta forma SE CERRÓ EL CÍRCULO SIN SOLUCIONES Y SIN UN COMPROMISO DE QUE NUNCA VOLVIERA A SUFRIR MI HIJA POR ALGO SEMEJANTE.

Pensad por un momento que fuera vuestra niña y JUZGAD VOSOTROS/AS MISMOS...

EJEMPLO Nº 2:

Expediente “Hobbit”...



Puede sonar estúpido pero: mi hija, aunque tenga el cabello rizado, no es un “Hobbit”. Estos entrañables personajillos del “Señor de los anillos”, se caracterizan por presentar unas dimensiones físicas ligeramente inferiores a los humanos por lo que, por ejemplo, necesitarían tallas especiales si acudieran a un comercio de ropa.


Lo curioso es que, a pesar de que mi hija es una niña normal de 5 años, ni especialmente pequeña ni grande, su madre comenzó a vestirla (por lo menos cada vez que había de venir conmigo) CON ROPA DESGASTADA Y DE TALLAS TAN PEQUEÑAS, QUE SEGURO HABRÍAN CORRESPONDIDO A SU “VERSIÓN HOBBIT”.



A pesar de no pagar casa, de cobrar 420 euros de pensión, de becas de comedor, de mis 280+150 euros, del Banco de Alimentos... y sin tener en cuenta que POR LEY la madre debería poner para el mantenimiento de su hija OTROS 280 EUROS (¿Para cuándo la obligación legal de ingresarlo cada mes en una cuenta común?):



- Mi hija iba al colegio con 4 AÑOS con una “chaquetita” de 18 MESES.

- Muchos de sus pantalones largos parecían “piratas” y las camisetas no le cubrían los riñones. Talla “Hobbit”, vaya...

- En pleno mes de junio y con un calor veraniego intenso, salía del colegio con “CHIRUCAS DE MONTAÑA”.

- Supongo que “para compensarlo” y, avanzado el otoño y en un clima interior frío, se me entregaba con zapatos abiertos “TIPO MERCEDITAS”.

- En general, la niña siempre se me presentaba con ropa muy desgastada por el uso, y de tallas inapropiadas para su tamaño y para las inclemencias del tiempo.



Mi dilema era entonces, cómo llevarla al día siguiente al colegio (los días que dormía en mi casa), puesto que yo soy incapaz de sacarla a la calle MAL VESTIDA pero muchas de las prendas nuevas y de su talla que le ponía YA NUNCA MÁS VOLVÍAN.



He de admitir que, tras meses y meses de quejas y reuniones con el colegio y con los Servicios Sociales, no sé si fue casual pero la madre comenzó a devolver la ropa con la que yo iba entregando a la niña, aunque a algunas prendas “especialmente interesantes” les perdí la pista para siempre...


No obstante y, teniendo en cuenta este “pequeño avance”, me gustaría hacer unos números:



Como, descontando el que se pasa en el colegio, tengo a mi hija el 50 % DE SU TIEMPO a pesar de no tener reconocida la CUSTODIA COMPARTIDA, resulta que:



Una niña de 5 años recibe:



280 euros mensuales de su padre.

280 euros mensuales “teóricos” de su madre.

Sólo paga 22 euros al mes de COMEDOR ESCOLAR.

Como la mitad del tiempo está con su padre, éste (yo) VUELVE A COSTEAR SU VESTUARIO.



Es decir::



280 + 280 – 22 = 538 EUROS.



Luego:



La madre de mi hija dispone de 538 euros mensuales SÓLO PARA LA MITAD DEL TIEMPO DE LA NIÑA (porque reitero que la otra mitad la pago de nuevo yo porque está conmigo); pero LA PEQUEÑA HA DE IR AL COLEGIO COMO SI ESTUVIERA EN LA PRECARIEDAD ECONÓMICA MÁS ABSOLUTA.



Estoy convencido  que a muchos padres y abuelos/as todo esto les resulta familiar...


FOTO SUPERIOR: Estos son los zapatos que la madre de mi hija le ponía para acudir al colegio hasta la semana pasada (junio 2014). A parte de su lamentable estado, son un número inferior al que ya usa la niña, por lo que podrían perjudicarle gravemente tanto en el crecimiento del pie, como en malas posturas para la columna vertebral. Incluso si mi hija estuviera verdaderamente en una precariedad económica absoluta, seguro que habría algún familiar, amigo o persona caritativa que le compraría unos zapatos para que no tuviera que vestir como el pobre de "Oliver Twist". Así que, como no es precisamente el caso, el pretender "hacer daño a un padre", entregándole a su pequeña así a la salida del colegio sencillamente NO TIENE NOMBRE. En el fondo de la cuestión, ES UN MALTRATO PARA LA NIÑA...

FOTOS INFERIORES: "MÁS DE LO MISMO"
Aquí tenéis más ejemplos de cómo se calza a una niña de 7 años, a pesar de recibir 286 euros todos los meses por parte de un padre, que además la tiene casi la mitad de su tiempo. Entre los meses de mayo y junio de 2015, mi hija salía con estos zapatos cuando la iba a recoger al colegio. 
A la tristeza que me producía escuchar cómo la niña me explicaba que "las sandalias le apretaban y le hacían daño", le tenía que añadir la preocupación por la gravedad de que mi hija lleve un calzado pequeño y deteriorado con el que, no sólo puede resbalar y caerse, sino que pone en riesgo su salud porque ni siquiera le asegura una base suficiente para que descanse todo el peso de su cuerpo. El mal calzado puede producir una forma incorrecta de caminar, que a su vez se puede traducir en dolores musculares y lumbares, e incluso en problemas en la columna vertebral en una persona que se halla en pleno crecimiento. Pues sí amigos: 286 euros, más lo que "legalmente" se supone que debería aportar su madre (otros 286 euros), más becas de comedor del 100%, más casa pagada, etc, etc...para esto...
 Llama la atención también el "desgaste desigual de la suela", que fuerza a los pies a caminar "hacia afuera".







EJEMPLO Nº 3 Y...EL MÁS SALVAJE Y TRISTE DE TODOS:

El progresivo y constante daño “psicológico-emocional” en la niña:
¿Dónde está la“protección del menor”?


Ante todo, unas consideraciones importantes. En el tiempo en el que su madre y yo todavía no nos habíamos separado y convivíamos, a pesar de que el desgaste era creciente y ya se auguraba el final de la pareja, mi hija:


-          No oyó ni gritos, ni descalificaciones...

-          Seguro que captó la tensión latente entre sus padres, pero NUNCA presenció discusión alguna.

( NOTA INFORMATIVA: las siguientes líneas fueron redactadas en 2014, cuando mi hija tenía unos 5 años...):
En cambio y, desde que nuestra vida pasó a manos de los JUECES, la estabilidad emocional de la niña ha caido “en picado”.


Creo que, tras casi tres años de un CONFLICTO EVITABLE entre sus padres, el PADECIMIENTO PSICOLÓGICO que ha sufrido y sigue sufriendo mi pobre hija, ya ha alcanzado unas cotas que me temo que pueda derivar a medio o largo plazo, y si no se pone fin a este infierno,  en ENFERMEDAD MENTAL.


Y esto, YA LO PUSE EN CONOCIMIENTO DESDE EL PRIMER MOMENTO,  e incluso desde antes de que me “expulsaran” salvajemente y del día a la noche de mi casa, ante todos aquellos que velan por la protección de los niños:


-          Asistentes Sociales.

-          Teléfono de atención a la infancia.

-          Policía

-          Juzgados

-          Escuela

-          Atención psicológica-infantil municipal...


De entre todos ellos, pocas fueron las personas que demostraron la perspicacia y capacidad para hacerse cargo de la gravedad de la situación y para prestar una ayuda QUE REALMENTE PROTEGIERA A MI NIÑA DE LAS FUTURAS SECUELAS DEL ENFRENTAMIENTO FAMILIAR... Debido a ello, se podría afirmar que sin duda estamos mucho peor que al principio. HAY DAÑO QUE YA ESTÁ HECHO SIN REMEDIO.


Mi hija es una niña preciosa, ALEGRE, IMAGINATIVA Y MUY SENSIBLE..


Pero también arrastra un dolor profundo y pesado que, cada día más, explota en los momentos más inesperados en forma de DESESPERACIÓN Y ANSIEDAD.


Mi hija ha sido atendida durante más de un año en un Servicio de Soporte Psicológico-Infantil, dependiente del ayuntamiento. Allí también hemos acudido a visitas informativas padre y madre, de manera alterna y acompañándola a ella.

Y he de reconocer que la niña se ha sentido a gusto en las sesiones y que ha establecido una buena relación con la terapeuta...


¡PERO, DESGRACIADAMENTE Y ANTE UNA SITUACIÓN TAN INJUSTA EN ORIGEN, ESTO NO ES MÁS QUE “PONER TIRITAS” Y ALARGAR LA AGONÍA!.


¡No os podéis imaginar el sufrimiento desgarrador de un padre que siempre ha reclamado únicamente IGUALDAD DE DERECHOS Y OBLIGACIONES CON LA MADRE DE MI HIJA!

¡No os podéis imaginar el DOLOR Y LA IMPOTENCIA al ver cómo se destroza lo que debería ser una infancia feliz, en una niña que tiene un padre que se desvive por ella y lo ha hecho desde que nació!


¡No os podéis imaginar LA RABIA al constatar cómo la SALUD EMOCIONAL de tu hija empeora día a día por vivir el CONFLICTO PERMANENTE DE SUS PADRES, que “ UN DETERMINADO SISTEMA” alimenta con sus resoluciones FRÍAS, AJENAS  E  INHUMANAS!


¡No os podéis imaginar LA INDIGNACIÓN al recordar cada minuto, cada segundo, que el SUFRIMIENTO EVITABLE de mi hija durante casi TRES AÑOS, se basa fundamentalmente en premisas de INTERÉS ECONÓMICO, AFÁN DE PODER Y DOMINACIÓN, PREPOTENCIA, Y DISCRIMINACIÓN Y CASTIGO hacia una ex-pareja y ahora padre responsable que sólo quiere educar en igualdad y cordialidad con la madre de la niña, y que ha cometido el TERRIBLE DELITO DE NACER “HOMBRE”!


A día de hoy y, aunque este padre ya advirtió HACE TRES AÑOS de lo que “se veía venir”, respecto a las repercusiones que tendría en la niña MACHACAR a una parte para DÁRSELO TODO a la otra, el tiempo está pasando FACTURA y mi niña se está DESMORONANDO.


Uno de los sucesos que creo que más le ha afectado en los últimos meses, ha sido que he tenido que renunciar al piso de alquiler que tenía POR NO PODERLO MANTENER, y ahora mismo me hallo SIN CASA PROPIA. Se comprende fácilmente que, para mi hija, la casa de su padre es más que “cuatro paredes” y conlleva importantes “vínculos emocionales relacionados con la estabilidad y la seguridad”. Por eso y, sin contar con el sufrimiento que percibe en mí y con el que ella empatiza, el hecho de que sus juguetes y libros estén ahora guardados en bolsas y esparcidos por casa de familiares y amigos, YA CONTRIBUYE EN SÍ MISMO A QUE SU MUNDO SE RESQUEBRAJE POCO A POCO Y SE VAYA CAYENDO A TROCITOS.


Porque, además, si bien mi hija no padeció discusiones de sus padres cuando estaban juntos SÍ QUE HA PRESENCIADO POSTERIORMENTE INCIDENTES COMO:


1. Cuando un día pasé a recogerla a su casa y le pedí a su madre que podría aprovechar para devolverme los escasos objetos personales que el juez me permitía recuperar (el 90% se consideraba "ajuar de la casa" y se lo quedaba ella). El abuelo materno, que estaba allí, comenzó a colocar mis "bolsas" y "paquetes"(no me dejaron ni entrar en mi propia casa) en la CARRETILLA QUE SE USABA PARA TRANSPORTAR LA TIERRA Y EL  ESTIERCOL DEL HUERTO. Cuando me enfadé y le recriminé su actitud, porque esa era una forma HUMILLANTE Y ASQUEROSA de tratar mis pertenencias, ESTANDO MI HIJA DELANTE ME AMENAZÓ DE MUERTE Y DESPUÉS SE ABALANZÓ SOBRE MÍ CON LA INTENCIÓN DE AGREDIRME. La nueva pareja de mi ex y un vecino que también estaba en el jardín, LE TUVIERON QUE SUJETAR PARA QUE NO ME PEGARA AL LADO DE SU PROPIA NIETA.


2. Cuando un día que volvíamos del médico para entregar a mi hija a su madre y ésta, como muchas otras veces, NO QUISO SUBIR A RECIBIRLA A LA PUERTA DEL JARDÍN (hay que bajar unas escaleras y caminar unos metros para entrar en la casa). Como mi hija no quería bajar sola y mi madre y yo TENEMOS VETADA LA ENTRADA COMO SI FUÉRAMOS MALA GENTE, finalmente mi madre decidió darle la mano a su nieta y asegurarse a que no tropezaba con la poca luz de la entrada...no hubo bajado el último escalón que la madre de la niña, que hasta entonces no había aparecido, SALIÓ BRUSCAMENTE Y GRITÁNDOLE A MI MADRE, CON MI HIJA TODAVÍA DE LA MANO:

¡FUERA, FUERA DE MI CASA, FUERA!


3. Y las reiteradas ocasiones en las que, como mi hija NO QUERÍA VOLVER CON SU MADRE (algo que para mí no es un triunfo personal, sino una desgracia y un síntoma de que las cosas no se están haciendo bien), y LA MADRE NO SUBÍA A RECIBIRLA A LA PUERTA; ha tenido que intervenir LA POLICÍA en la puerta de la casa, produciéndose un panorama realmente DANTESCO.

Un día en concreto y, en similares circunstancias, la niña ESTABA DORMIDA  en el coche y una agente de policía TUVO QUE COGERLA EN BRAZOS Y ENTRARLA EN LA CASA, mientras mi ex pareja GRITABA Y ME DESCALIFICABA DESDE EL INTERIOR, hasta que el mismo compañero de la chica le llamó la atención y le instó a tranquilizarse. ¿ALGUIEN SE IMAGINA QUÉ HABRÍA OCURRIDO SI, EN VEZ DE LA MADRE, ME HUBIERA COMPORTADO YO ASÍ? ¿A QUE SÍ?



Y es en consonancia con todo lo anteriormente expuesto que:


TENGO MIEDO...


Tengo mucho miedo de que mi hija entre en una "vorágine interminable" de tratamientos psicológicos, evaluaciones y terapias cuando, lo coherente, sería procurarle primero un ENTORNO ESTABLE Y RAZONABLEMENTE FELIZ y, posteriormente, los cuidados y "paliativos" psicológicos necesarios para ayudarla a superar los "Tics" y para cerrar "las heridas", que todo este terrible conflicto le pueda haber producido.


Tengo mucho miedo de que, si no le ofrecemos YA ese ENTORNO SANO, la ansiedad que ya manifiesta ahora, la expresión descontrolada de su dolor, se "enquiste" y se manifieste en su futuro en ALGÚN TIPO DE TRANSTORNO PSICOLÓGICO-PSIQUIÁTRICO GRAVE: ataques de pánico, depresión, transtornos obsesivos...


LA MENTE HUMANA ES COMO UN EDIFICIO: SI CONSTRUIMOS SUS CIMIENTOS SOBRE TERRENO PANTANOSO, SU ESTRUCTURA NO SOPORTARÁ EL PESO QUE LE VAYAMOS AÑADIENDO Y SE AGRIETARÁ IRREMEDIABLEMENTE, HASTA QUEDAR HECHO UNA RUINA.

Los "parches" que intentemos poner después  sólo serán "chapucillas para ir tirando", pero la construcción adolecerá siempre de GRAVES DEFICIENCIAS Y PROBLEMAS...


YO NO QUIERO ESO PARA MI HIJA


Y TENGO MIEDO DE VERLO...

EJEMPLO Nº 4

Achicharrarle los pies a la niña por no haber reparado el calentador...

Es cierto que un accidente lo puede tener cualquiera: pero una NEGLIGENCIA es otra cosa.

Después de que no fuera la primera vez que mi hija decía "no poderse duchar en la casa en la que vive con su madre, y tener que hacerlo en la piscina del pueblo, porque la bañera estaba rota (y nadie la arreglaba, claro...)", el pasado mes de diciembre de 2016, la cosa aún fue PEOR.

Parece ser que: ni teniendo la casa gratis y asignada por custodia (con el deber de cuidarla y mantenerla, claro), ni recibiendo esos 300 euros al mes aún teniendo yo a mi hija la mitad del tiempo, ni con la beca de comedor del 100% que recibe... La madre de mi hija NO creyó IMPORTANTE arreglar el calentador de la casa en PLENO INVIERNO y, después de varios días averiado, decidió BAÑAR A NUESTRA HIJA CALENTANDO AGUA, COMO EN PLENA POST-GUERRA.

Y, además con tan "buen criterio", que se le ocurrió MEZCLAR AGUA HIRVIENDO CON FRÍA EN LA MISMA BAÑERA Y CON LA NIÑA DENTRO. Para ello, apoyó la olla recién sacada del fuego en el mismo filo y ocurrió desgraciadamente lo que era PREVISIBLE: LA OLLA RESBALÓ SOBRE LA SUPERFICIE CERÁMICA Y TODA EL AGUA HIRVIENDO FUE A PARA DIRECTAMENTE A LOS PIES DE LA NIÑA.

Aquí tenéis el resultado y, ¡aún gracias al destino QUE NO LE FUE A PARAR A LA CARA O A OTRA PARTE DEL CUERPO DEJÁNDOLE CICATRICES PARA EL RESTO DE SU VIDA !



Las quemaduras tardaron unas semanas en curarse, pero el dolor que tuvo que sufrir la niña os lo podéis imaginar. Además y, debido al "SHOCK" del momento y a que en los días posteriores no pudo NI ACUDIR AL COLEGIO NI PONERSE UNOS ZAPATOS,  EL ESTADO EMOCIONAL DE MI HIJA CAYÓ EN PICADO: HACÍA TIEMPO QUE NO LA VEÍA TAN TRISTE.

Y yo me pregunto: ¿POR QUÉ MI HIJA HA DE SUFRIR ESTAS CALAMIDADES Y ACCIDENTES, CUANDO A SU MADRE NO LE FALTAN RECURSOS ECONÓMICOS DE SOBRA PARA EVITARLO? 

Eso sí, y también os lo digo: lo primero fue APOYAR EMOCIONALMENTE A MI HIJA Y ACOMPAÑARLE A LAS CURAS, pero lo segundo que hice fue DENUNCIARLO ANTE LOS SERVICIOS SOCIALES DEL MUNICIPIO. Ahora, estos se han comprometido a "revisar la casa para comprobar SI REÚNE LOS MÍNIMOS DE SEGURIDAD Y SALUBRIDAD QUE LA NIÑA SE MERECE pero ya no puedo ser más que excéptico en este asunto: la experiencia me ha demostrado que, mientras AL PADRE SE LE MIRA CON LUPA, TODO LO QUE HACE LA MADRE SE MINIMIZARÁ TODO LO POSIBLE...



POSTALES FAMILIARES
o
Algunas claves para entender los "por qués"... 

Las cosas no surgen "de la nada" y, frecuentemente, la mejor forma de comprender el presente es analizando las circunstancias determinantes del pasado, y cómo estas influyeron en el camino que nos ha traído hasta aquí. Por ello, hoy vamos a reflexionar sobre "la familia"...


Cuando recuerdo lo que me encontré, al conocer a la familia de mi ex y madre de mi hija; no puedo evitar que, por triste analogía, me venga inmediatamente a la mente el conocido drama teatralizado de Lorca: “ La casa de Bernarda Alba”. En síntesis, su argumento es el siguiente:



Tras la muerte de su segundo esposo, Bernarda Alba se recluye e impone un luto riguroso y asfixiante durante ocho años, prohibiendo a sus cinco hijas a que vayan a cualquier fiesta. Angustias, la primogénita y la única hija del primer marido, atrae a un pretendiente, llamado Pepe. Pero cuando Bernarda se entera de la relación entre Adela y Pepe, estalla una fuerte discusión y Bernarda le dispara a Pepe, aunque éste consigue escapar. Tras escuchar el disparo, Adela cree que su amante ha muerto y se ahorca.


En la obra destacan los rasgos de la 'España profunda' de principios del siglo XX caracterizada por una sociedad tradicional muy violenta…

¡Salvando las diferencias y, en esencia, la casa donde vivía mi ex era muy parecida a la de Bernarda Alba!. A saber:


1.    Un “patriarca” machista y autoritario como cabeza de familia, que no dudaba en echar mano rápidamente de la “intimidación, la amenaza y la violencia verbal y física” con sus hijos/as e incluso las amistades de sus hijos, para asegurarse de que se cumpliera “su ley”.



2.    Una madre igual de machista que apoyaba a su marido en todos sus actos, e incluso desarrollaba “métodos represivos propios”(quitarle la manta a su hija mientras dormía, apagar el calentador cuando se duchaba…).



3.    Una abuela (madre de la madre) “a la que el matrimonio no dirigía la palabra desde hacía años”. La pobre mujer pasaba el día en casa de otra de sus hijas y sólo volvía al atardecer, para sentarse un rato junto a la ventana e irse a dormir. Siendo usufructuaria del piso en el que vivía con la familia de su hija y de su yerno, unos años atrás éstos intentaron sin éxito venderlo y dejarle sin nada, aprovechando que la anciana estaba de vacaciones; pero la jugada les salió mal y el notario les advirtió de que “no tenían potestad legal para realizar esa maniobra”. Un despropósito digno de enmarcar, ciertamente…



4.    Cuatro hijos: el mayor que, a pesar de haber sido duramente criticado por la novia que tenía, posteriormente ayudaría en la represión de su propia hermana.



El mediano que, a pesar de no ser mala persona, padeció múltiples broncas salvajes por parte del patriarca, algunas de las cuales acababan con “golpes de cinturón”, cuando él sólo era un niño.



La chica (mi ex). La tercera de los hermanos era la “chacha para todo”, como corresponde en una familia de estas características. Con 16 años ya trabajaba desde hacía tiempo y estudiaba a la vez por las tardes. El resto del tiempo limpiaba la casa, hacía las camas de sus hermanos mayores e incluso cuidaba de su hermana pequeña de 4 años como si de su madre se tratara. Parece ser que ésta última vino “imprevisible y tardíamente” y la madre verdadera decidió “que ya estaba muy ocupada y que era más práctico colocársela a la hermana mayor”. No obstante y, a pesar de tener atribuidas todas estas responsabilidades, sólo podía salir a desconectar con los amigos un ratito el sábado por la tarde y otro la del domingo…y a las 08:30 de vuelta en casa porque a las 08:35 habría bronca segura. Como en la casa de “Bernarda”, vaya…



La pequeña, por último, tuvo la suerte de no ver los castigos “a correazos” de su hermano, pero no se libró de vivir la represión hacia su hermana que finalmente se vio obligada a abandonar la casa con sólo 17 años. La última de los hermanos pasaría por el mismo trance cuando, cumplidos los 15 años, sus padres también la tomaron con ella. Tras un intento fallido de suicidio y una época convulsa, también abandonó la casa de sus padres muy joven pero volvió unos años después. Eso sí, no retornó “de vacío”: seguramente gracias a esa “maravillosa estabilidad familiar” que le regalaron sus padres, se instaló allí de nuevo con un diagnóstico médico de “trastorno bipolar con crisis de psicosis paranoide”, y la experiencia de haber realizado varios ingresos en hospital psiquiátrico. También dejó atrás una relación de pareja con un chico estupendo, al que tuve la suerte de conocer, que acabó en un desgaste extremo, el pobre: no sólo por la inestabilidad mental de ella, sino por las consecuencias de las múltiples noches en las que lo abandonaba para salir sola de fiesta, y dar rienda suelta al consumo de hachís, alcohol, y a la “promiscuidad sexual más inconsciente”. Para postre, las formas de ella hacia su chico eran a menudo no sólo autoritarias, sino también caprichosas e incluso muy agresivas: en una ocasión le soltó delante de mí un inesperado guantazo, sólo porque se empeñó en volver inmediatamente a su casa cuando, tras conducir 200 kilómetros habían venido a visitarnos y él, por supuesto, le contestó “que estaba cansado para hacerse otros 200 km y que ahora eso no tocaba”.


Y, en sintonía con el paralelismo con la obra de Lorca, pasado el tiempo “la cosa” no podía acabar bien.
A la enfermedad mental de la hija pequeña, hay que añadirle la repercusión en dos de sus hermanos, precisamente los más reprimidos:

A su hermano mediano, los especialistas le diagnosticaron hace tiempo un “trastorno bipolar”. Fuera o no así, el caso es que el hijo que a lo largo de los años demostró ser el más íntegro y honesto de todos, decidió independizarse a los 40 años e irse a vivir con su pareja. Pero como esta no era del agrado del patriarca porque presuntamente “lo único que quería era sacarle el dinero a su hijo”, montó la enésima bronca y consiguió que su hijo se fuera igualmente pero dejándole de hablar. No contentos con ello y , tras una reunión familiar, los padres decidieron junto al resto de hermanos que “lo que tocaba era inhabilitarlo judicialmente, para pasar ellos automáticamente a gestionar su patrimonio”. La otra hija (mi ex) se ofreció a gestionarlo ante el juzgado, solicitando que la nombraran a ella la “tutora legal” de su hermano.
Lo último que sé de este chico, por boca de familiares suyos con los que tengo buena relación y que lo han ido viendo es que, desgraciadamente, su relación de pareja finalizó y además la crisis acabó con su puesto de trabajo. Las noticias son que “ha acabado durmiendo en los cajeros de su localidad”, y dice “no querer saber nada ni de sus padres ni de sus hermanas”.

Al margen de lo que él, en su dolor, manifieste…yo me pregunto:

¿ Por qué los que han construido esa deplorable situación no anteponen el amor a un hijo/hermano a su orgullo y soberbia, y corren a recogerlo de la calle, pidiéndole perdón si fuera necesario?

¿ Por qué no muestran los padres y hermanos “humanidad” suficiente como para, como mínimo, enviar a otra persona como si fuera un “benefactor altruista” que le ofrezca techo y comida, aunque ellos lo financien en secreto?

¿Cómo pueden dormir unos padres teniendo a un hijo, que además nunca ha hecho daño a nadie, tirado en la calle y expuesto a penurias, enfermedades, e incluso a robos y agresiones de desaprensivos?

Quizá es que, en cambio, los responsables del problema se preguntan otra cosa muy distinta:

¿ Por qué utilizar el “diálogo” y el “cariño” para ayudar a que un hijo/hermano viva su vida lo más feliz posible, cuando se puede recurrir a “jueces y policía”? ¿Verdad?

Bueno, su padre también tenía una “solución alternativa” que repitió en varias ocasiones: “cuando esté muy mal, ya volverá”, decía…

Es “marca de la casa” utilizar la represión y los poderes ejecutivos del Estado para “solucionar de raíz” los conflictos familiares. El patriarca siempre se ha servido de ello como cuando llevó a la fuerza a la comisaría a mi ex, entonces con 17 años, esperando “que le aplicarían algún tipo de correctivo por ser tan mala hija”. También requirió a la policía cuando la fiscalía de menores permitió que la hermana pequeña, entonces con 15 años, pasara un tiempo con su hermana y conmigo después de que ambas denunciaran al padre por “malos tratos físicos y psíquicos continuados”. El hombre se sorprendió mucho de que, cuando les informamos a los agentes de la decisión de la Sra. Fiscal, éstos le respondieron a él “que no podían hacer nada”.
Y, en consecuencia, esta actitud visceral, autoritaria, intransigente y fuertemente represiva de los padres, nunca ha dejado de generar “consecuencias desastrosas y lamentables”…

Una más:

En 1995 mi ex comenzó a mostrar un comportamiento preocupante y extraño que, si bien en un principio sólo se concretó en detalles puntuales (ideas inusuales, “infantilización” inexplicable de su personalidad,  preferencia por la creación de círculos de amistad con personas mucho más jóvenes…), acabó por derivar en meses de tratamiento psicológico y psiquiátrico con diagnóstico de “ disociación de la personalidad (otra forma de llamar a la “personalidad múltiple”).

En poco tiempo, se fue de casa (vivíamos juntos) y, para mi sorpresa, volvió a la casa de “aquellos padres que la maltrataron y de la que tuvo que huir prácticamente con lo puesto”. Permaneció allí un tiempo mientras se lanzaba a una existencia caótica (combinando la medicación del psiquiatra con “otras medicaciones no tan legales” que le facilitaban sus nuevas amistades).
Un buen día volvió. Sus padres la habían echado de casa y compartía un piso de alquiler. Me convenció de que “había estado muy enferma y se arrepentía mucho de todo lo que había hecho, porque no era ella misma, etc, etc…”.

Y yo fui tan “imbécil” de creerla y de volver con ella. Sí, yo mismo me califico de imbécil porque, de no haber sido tan ingenuo, me habría ahorrado muchas mentiras, y el infierno de que ella utilizara en mi contra los mismos métodos violentos, prepotentes y carentes de escrúpulos, que habían infligido sus padres a toda su familia.

Desde la perspectiva temporal y, a día de hoy, no puedo encontrar una explicación racional a todo ese periodo. Menos aún dentro del marco de la psiquiatría o de la psicología, porque no soy ni psicólogo ni psiquiatra. Pero lo que sí que resulta inquietante es la cantidad de “paralelismos” entre las acciones de mi ex en aquella época, y las que llevaría a cabo su hermana pequeña unos años después…
Pero, para no revolverme el estómago más de lo que ya lo tengo, obviaré más detalles para centrarme en conclusiones actuales:

La cuestión es: ¿cómo unas personas, ella y su hermana, a las que han machacado psicológicamente sus padres durante años, a los que afirmaban “repudiar”, y a  los que incluso denunciaron ante la fiscalía de menores, ahora “dependen” tanto de ellos? ¿Cómo llega al punto mi ex de afirmar, en fecha de noviembre de 2018 que: "no es que hubiera maltrato por parte de sus padres hacia su hermana menor, como denunció ella, sino que simplemente es que no entendían su enfermedad mental? Y, para el resto de hijos, incluida ella: ¿que és lo que no entendían cuando maltrataban? ¿Qué extraña versión del “síndrome de Estocolmo” produce que ambas hermanas sean ahora “una piña” y utilicen la casa del “patriarca” como “centro de operaciones” para humillarme, expoliarme, robarme mis derechos e intentar destruirme si me opongo? ¿Cómo han llegado a asumir como propios los “procedimientos inhumanos” que tanto denostaron en el pasado?

Y, lo peor y más doloroso del caso:

¿Cómo es capaz la madre de mi hija de poner en manos de esas personas, por muy abuelos que sean, a una niña pequeña? 

¿Cómo delega en ese “patriarca” maltratador, su mujer cómplice, y una hermana con una enfermedad mental grave e imprevisible, el cuidado de mi hija de 7 años durante horas y horas, fines de semana incluidos, antes que pactar una custodia compartida y organizarse conmigo los horarios, a fin de que la niña pase con nosotros el mayor tiempo posible?
AMIGOS

En circunstancias tan terribles como las que he ido describiendo hasta ahora, no sólo la familia desempeña un papel fundamental, sino que la posición que toman los amigos, comunes a la pareja que se separa o más afines a uno u otro miembro, te dice mucho sobre “el tipo de persona que realmente son”, y lo que “te puedes esperar de ellos”. 



Y, ciertamente, es en las situaciones más difíciles cuando todos nos quitamos “las máscaras” y demostramos “de qué pasta estamos hechos”.



He de decir que me he llevado muchas sorpresas: algunas de ellas en positivo y otras en negativo. Algunos amigos han hecho gala de una “DIGNIDAD Y ESPÍRITU DE EQUIDAD INCREIBLES”; otros se han mantenido a una distancia prudente para “QUE NO LES SALPICARA EL TEMA” y, los menos, han puesto en evidencia la “FALSEDAD” de supuestos años de amistad, tomando parte activa para “enredar” todavía más las cosas y actuando de manera completamente inapropiada, o directamente “SACANDO PARTIDO DE LA SITUACIÓN”.



Como la vida es así de “EXTRAÑA, INESPERADA Y DIVERSA”, he querido realizar una revisión de “estos amigos” sin distinción y agrupamiento entre “buenos o malos”. Sólo voy a describir mis impresiones y sentimientos sobre cada uno de ellos. Evidentemente es MI PUNTO DE VISTA y tampoco pretendo extraer más conclusiones de las que ya he sacado estos últimos cuatro años pero, si alguno de los padres que viven mi misma injusticia establecen coincidencias con sus propias circunstancias, y ello les ayuda a reconocer “QUE NO ESTÁN SOLOS Y QUE SOMOS MUCHOS LOS QUE SUFRIMOS LO MISMO”, pues ya me doy por satisfecho.



AMIGOS nº 1 o: “DONDE HAYA UNA BUENA BARBACOA…”



-       Los amigos núm. 1 eran una pareja con una hija, a la que conocía desde hacía muchos años y que SIEMPRE HABÍAN TENIDO LAS PUERTAS DE MI CASA ABIERTAS. En realidad, ella era la que en su día se convirtió en la mejor amiga de mi ex pero a su marido, ya hacía muchos años que lo trataba y nos entendíamos muy bien.



En el apartamento de los padres de ella, yo había estado muchas veces y ellos siempre que podían acudían a las fiestas, cumpleaños y barbacoas que celebraba yo en mi casa.



Pero, mira tú por dónde y, aún siendo también ambos “amigos míos”, CUANDO ME SEPARÉ Y ME ECHARON DE MI CASA COMO A UN PERRO, NO HUBO NI UNA LLAMADA, NI UN MENSAJE, NI UN ¿CÓMO ESTÁS MIGUEL, QUE HA PASADO, PODEMOS AYUDAR EN ALGO?

Al contrario: parece ser que EL HECHO DE QUE ME DEJARAN EN LA CALLE CON LO PUESTO Y SE QUEDARAN TODAS MIS COSAS EN LA CASA, NO LES FRENÓ PARA SEGUIR CELEBRANDO SUS BARBACOAS Y FIESTAS EN ELLA, COMO SI YO MISMO NUNCA HUBIERA EXISTIDO.

Y no sólo eso. A mí ya me parece UNA FALTA DE RESPETO que sigan disfrutando de fiestas en una casa en la que, A PESAR DE QUE LES INVITE “SU” AMIGA SABEN QUE SIGUE SIENDO TAMBIÉN MÍA”.

Pero lo que resulta realmente GRAVE Y REPUGNANTE, es no sólo que me han demostrado UN DESPRECIO ABSOLUTO sino que ella, la amiga de mi ex, HA COLABORADO ACTIVAMENTE EN EPISODIOS EN LOS QUE MI HIJA SUFRÍA, Y NO PRECISAMENTE PARA AYUDAR A QUE ESTE CONFLICTO ETERNO SE ARREGLARA.

Como cuando, un día en el que acababa de entregar a mi hija en casa de los abuelos paternos, ESTA ME LLAMÓ LLORANDO Y PIDIÉNDOME “QUE LA PASARA A BUSCAR DE NUEVO, PORQUE NO SE QUERÍA QUEDAR ALLÍ” y, ¡Oh misterios de la ciencia!, EL MÓVIL DESDE EL QUE ALGUIEN HABÍA MARCADO MI NÚMERO Y SE LO HABÍA PASADO A MI HIJA (que no sabía marcar) PARA QUE SE DESESPERARA LLORANDO INÚTILMENTE PORQUE, SEGÚN SENTENCIA, YO NO ME LA PODÍA QUEDAR MÁS TIEMPO, ERA ¡¡EL DE LA AMIGA DE MI EX!!!

¿CON QUÉ DERECHO FACILITABA CON SU INTERVENCIÓN QUE MI HIJA PASARA UN RATO ANGUSTIOSO, Y SIN QUE SU PADRE LO PUDIERA SOLUCIONAR?

¿NO SE PODRÍA HABER LIMITADO A “CONSOLAR” A UNA NIÑA QUE NO SE QUERÍA QUEDAR CON SU MADRE (¡véte a saber qué hacía también ella tan tarde en casa de los padres de su amiga!), EN VEZ DE DAR POR SACO ASÍ?

¿Sabéis, por cierto, lo más surrealista del caso? Pues que esta señora “amiga”, que tanto ha apoyado el hecho de que ME NEGARAN LA CUSTODIA COMPARTIDA, ME LO EXPOLIARAN TODO, Y PERMITIERAN QUE MI HIJA LLEVE CUATRO AÑOS SUFRIÉNDOLO, resulta que encima es la primera que “GRACIAS TENDRÍA QUE DAR JUNTO A SU MARIDO POR CONSERVAR LA CUSTODIA DE SU PROPIA HIJA” pues sólo habría bastado UNA LLAMADA A LOS SERVICIOS SOCIALES Y UNA INVESTIGACIÓN POSTERIOR, para activar los mecanismos de protección necesarios y evitar así que, por accidente, UN DÍA SU HIJA SUFRIERA UN PERCANCE AL TENER ACCESO ACCIDENTAL A ALGUNAS DE LAS “SUBSTANCIAS” QUE HAN TENIDO POR CASA DURANTE AÑOS. 

¿Sabéis de qué estamos hablando, verdad?

Pues eso: que, como ocurre muchas veces,   QUIEN MÁS HABLA (O PERJUDICA), ES QUIEN MÁS TIENE QUE CALLAR”

Pero…el mundo esta ´AL REVÉS.


AMIGA núm.2: " Vecina para todo"

Próximamente....